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Coumafos como tratamiento para Varroa destructor.

CheckMite
El pasado dia 8 de octubre la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, COAG lanzó una alarma de ámbito nacional sobre el “peligro que corren cientos de miles de colmenas” por las altas tasas de infestación del parásito Varroa destructor. En verdad los tratamientos contra ésta plaga hoy por hoy resultan insuficientes ya que año tras año diezma las colonias de abejas no sólo en España, en todo el mundo.
Según la nota de prensa,la Coordinadora “considera inaceptable la prohibición” del acaricida Coumafos que comercializa el laboratorio Bayer con el nombre de Check-mite. El comunicado añade que sin la utilización de éste producto la viabilidad sanitaria y productiva en Andalucía y Extremadura (comunidades en las que persiste la prohibición de la Agencia Española del Medicamento y no se aplica la excepción por vacío terapéutico) se verá muy comprometida.
Bueno, entendemos que es una medida excepcional, si bien se ha estado utilizando los últimos 5 años excepcionalmente. De manera que año tras año llegamos al otoño con la misma situación calamitosa sin más remedio que usar un producto como el éste. ¿Por qué es polémica ésta noticia si es un tratamiento necesario? En realidad el coumafos resulta muy efectivo en la lucha contra la varroa ya que de momento, no sabemos de resistencias del parásito hacia la molécula.
¿Qué es el Coumaphos? pues no es ni más ni menos que un organofosforado, aquellas moléculas que se desarrollaron en la Segunda Guerra Mundial con el nombre de gases nerviosos. Reciben éste nombre porque actúan sobre la colinesterasa en las sinapsis nerviosas provocando excitación prolongada en determinados grupos musculares. Es una sustancia apolar soluble en grasas, en las que se va acumulando con el efecto de la exposición continuada y el tiempo.
En la colmena ésta molécula, además de limpiar de Varroa el cajón, va acumulándose en la cera, que es una grasa sólida.
¿Qué efecto tienen desde la cera? las celdillas en la colmena contienen básicamente tres cosas: la cría de las abejas, el polen y la miel. El polen es básico en la alimentación de la colmena, es el aporte de proteína y también de grasa de las abejas. Se considera que el polen en general puede llegar a tener del 15 al 20 % de grasa y se produce una transferencia desde la cera a la fracción grasa del polen. En las pasadas jornadas apícolas de Lanjarón, José Orantes director de los laboratorios Apinevada y presidente de la Asociación Provincial de Apicultores de Granada, expuso algunas conclusiones de un estudio relacionado con éste tema: se observa menor actividad en adultos, aumento de la mortalidad en adultos y mayor mortalidad en la cría. Se le relaciona también con el síndrome de despoblamiento de las colmenas (CCD). Según se concluyó en el 42º Congreso Mundial Apimondia celebrado en Buenos Aires en 2011 acorta la vida de las colmenas en un 30%. A la luz de éstos datos no parece que el Check mite sea la panacea. Está claro que la solución no vendrá exclusivamente mediante el uso de acaricidas químicos sino de un manejo integral en el colmenar que incluya medidas de manejo, tratamientos sin residuos y selección de variedades resistentes al parásito.
Por su parte al consumidor le interesa cada vez más el producto genuino que es la miel sin contaminaciones de ningún tipo, ni azúcares ni químicos.
Al apicultor desde luego le resuelve la papeleta de la infestación por Varroa, pero se le hace un flaco favor ya que le genera también un problema de resíduos en la miel y también de gasto, el Check Mite no es un tratamiento barato! máxime si consideramos las pérdidas en abejas producidas por el propio químico.
¿A quién beneficia el uso de éstos productos? pues sólo nos queda el último actor de la escena, el que permanece callado, casi sin llamar la atención, Bayer.

Juan Molina 
veterinario ADS-apícola

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